BLOQUE I
Para empezar, en este bloque voy a
plantear una actividad de comunicación oral en grupo en el que vamos a trabajar
una conversación-dialogo o debate con toda la clase en quinto de primaria. El
tema de la conversación será la honestidad.
También tendremos que trabajar en
especial con dos niños que tienen problemas a la hora de expresarse oralmente:
Uno de ellos no participa en diálogos
orales. El otro no respeta, no escucha y habla continuamente para imponer su
punto de vista.
JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
El tema que he escogido es la
Honestidad. He puesto que se debata sobre esto porque creo que actualmente
falta mucha en nuestra sociedad y es esencial trabajarlo desde que los niños sean
bien pequeños.
El curso que he escogido para hablar
de este tema es para quinto de primaria. Ahora explicaré por qué.
Lo he hecho así porque en el primer
ciclo de primaria son demasiado pequeños para entender estas cosas y además,
normalmente, salvo excepciones suelen decir la verdad. Se centran en su
egocentrismo y en ellos mismos, por eso creo que no es adecuado.
En el segundo ciclo, tampoco lo veo
adecuado, puesto que aun creo que no saben lo que realmente es honestidad,
lealtad y muchas otras cosas. Sí, es cierto que en ciertos cursos es cuando ya
empiezan a mentir (sobre todo en cuarto), pero están empezando a descubrir
estas cosas. Y para hacer un debate sobre ello, considero que están un poco
verdes.
En el tercer ciclo, ya creo que es la
edad perfecta para hablar de estas cosas, en concreto en quinto de primaria,
ahora explicaré por qué.
En quinto de primaria, ya saben
perfectamente lo que hacen y conocen el significado de lo que es ser honesto.
Sueltan sus primeras mentiras piadosas, mienten para proteger a alguien o no
hacer daño.
Creo que es la edad perfecta para
hablar de este tema y fomentar que digan siempre la verdad y que sean leales.
En esta edad es cuando se pueden
generar conflictos grabes en este aspecto y mejor prevenir y tratar el tema
antes de que sea tarde.
No he puesto este tema de debate para
sexto de primaria puesto que creo que sus intereses e inquietudes son
totalmente diferentes y que en lo que están preocupados es de “los novios y las
novias”, del aspecto físico y de otro tipo de cosas.
Por eso creo que lo adecuado es
tratar este tema en quinto de primaria.
CONTEXTO
Para llevar a la práctica este
debate, esperaré hasta mediados del segundo trimestre del curso.
Haré esto ya que creo que los
conflictos que pueden surgir en la clase, suelen suceder cuando se empiezan a
conocer bien. Y eso creo que se da lugar en el segundo trimestre.
Así prevenimos que se den conflictos
por este tipo de problemas.
El debate se llevará a cabo en la
última hora. Digo esto porque a medida que pasa el día están más cansados y
para despertarles lo mejor es hacerlo a última hora.
Por otro lado, el debate si hace buen
tiempo, me gustaría realizarlo en el patio. Nos pondremos en círculo y que cada
uno hable y dé su punto de vista. Esto le dará un toque informal que creo que
será muy bueno para que se relajen y se expresa libremente.
En el caso de que haga mal tiempo, lo
que haré será decirles que aparten todas las mesas y las sillas en un lado de
la clase y en el otro nos sentamos todos en un círculo para debatir. Se pueden
traer incluso cojines para sentarse y darle un toque un poco informal.
En el caso que se dé una situación de
bulling, que la gente mienta para protegerse o una situación de conflicto
relacionada con la honestidad, el debate se adelantará y se pondrá en días
posteriores al enfrentamiento.
NORMAS DE RESPETO
Para realizar el debate pondré como
en todas las actividades que hagamos una serie de normas que se deben de
cumplir a raja tabla. Si los chicos no las respetan, el que no lo haga no se le
permitirá intervenir en el debate durante unos cinco minutos. Las normas de
respeto y convivencia son:
-
Escuchar
al otro antes de responder.
-
No
se trata de imponer el punto de vista personal, sino de convencer usando la
exposición, la argumentación y la contra-argumentación.
-
Ponerse
en el lugar del otro.
-
Ser
breve y concreto al hablar.
-
Ser
tolerante respecto a las diferencias.
-
No
subestimar al otro.
-
No
hablar en exceso para así dejar intervenir a los demás, evitando la tendencia
al monólogo y la monotonía.
-
No
burlarse de la intervención de nadie.
-
Evitar
los gritos para acallar al interlocutor.
-
Hablar
con seguridad y libertad, sin temor a la crítica.
-
Acompañar
las críticas con propuestas.
-
Oír
atentamente al interlocutor para responder en forma adecuada.
-
Articular
correctamente los sonidos, empleando un tono de voz adecuado a la situación
concreta de entonación y al contenido del mensaje (interrogación, exclamación,
sonidos indicativos de fin de enunciación, pausas, etc).
-
Adecuar
el vocabulario que se posee a la situación comunicativa del momento y ampliarlo
para conseguir precisión léxico-semántica.
-
Evitar
las palabras y giros idiomáticos desgastados y los propios del registro
lingüístico informal, pues en la sala de clases o en la situación comunicativa
de un debate se impone el registro lingüístico formal.
Con estas normas de convivencia creo
que se llevará el debate a cabo de una buena manera y que hará crecer a los
chicos como personas.
PLANTEAMIENTO DEL TEMA
Para meterles en el meollo de la
cuestión, les diré que vamos a proceder a hablar sobre “La Honestidad”.
Preguntaré que si saben lo que es y si están a favor o en contra y por qué.
A raíz de ahí saldrán los temas sobre
los que tratará el debate.
Si veo que se acaba el tema de
conversación, lanzaré estas preguntas para reavivarlo:
-
¿siempre
debemos decir la verdad? ¿por qué?
-
¿qué
son las mentiras piadosas? ¿puedo decirlas para no hacer daño a alguien?
-
¿si
me cuentan un secreto que perjudica a algún compañero, lo tengo que decir?
Con estas preguntas que lanzo, creo
que será más que suficiente para conseguir reavivar la conversación.
Además, he escogido preguntas que
tienen un valor moral bastante importante y que no es tan fácil elegir alguna
de las opciones.
Las respuestas pueden llegar a ser
muy interesantes.
MEDIDAS DE ACTUACIÓN
En este supuesto que se nos ha
puesto, tenemos a dos niños que nos causan problemas a la hora de expresarse
oralmente y debatir, que son: uno que no habla ni participa y el otro que hace
todo lo contrario, no respeta, no escucha y habla constantemente para imponer
su punto de vista.
Con estos niños debemos de tomar unas
medidas adicionales para que consigan expresarse oralmente sin ningún problema,
por eso vamos a actuar con cada uno de una forma diferente.
NIÑO QUE NO RESPETA Y NO ESCUCHA
Al niño que no respeta, se le pondrá
de moderador en la clase. Tomaré esas medidas por varias razones:
Primero, por lo que parece ser, este
niño quiere llamar la atención y ser protagonista. El moderador de la
conversación es quien dice quien habla y manda callar o da rumbo a la
conversación.
Eso le hará ser el protagonista en
gran parte y se sentirá a gusto con la situación.
Segundo, tiene que intentar evitar
que el resto no respete, no escuche y hable por encima de los demás. Lo que le
hará empatizar y darse cuenta de lo molesta que puede llegar a ser la actitud
que él tiene.
Tercero, al tener que moderar la
conversación, tiene que cortarse a la hora de hablar y decir lo que él quiera,
siguiendo las normas que él exige. Se va a tener mucho más en cuenta que no
cumpla las normas o su actitud.
Por estas razones, yo pondría a este
chico el cargo de moderador.
NIÑO QUE NO PARTICIPA EN LOS DIALOGOS
La medida que tomaré será efectuada
en varios pasos:
Primero, antes de empezar con el
debate, se les dirá que cada uno, obligatoriamente, a lo largo de toda la
actividad, tendrá que decir o exponer su opinión y el punto de vista que tenga.
Si veo que no responden, ir lanzando
preguntas y en una que sepa que el chico lo sabe se la pregunto discretamente. Así
al responder bien, le incitaré a que siga diciendo su opinión.
Además en las intervenciones que
hagan todos los chicos, siempre les diré algo bueno o positivo de lo que han
dicho, reforzando para animarles a hablar en público.
Por último, en caso de que las
estimulaciones anteriores no hayan dado resultado, lo que haré cuando vea que
el tema del que estemos hablando le interesa de verdad, preguntarle por si
alguna vez le ha pasado algo parecido o que si tiene una anécdota para que se
la cuente al resto de sus compañeros.
A todo esto, mi comportamiento debe
de ser igual con toda la clase, que el no note que le quiero hacer hablar
directamente a él.
EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD
Esta actividad en concreto, lo que se
fomenta es que los niños se expresen libremente sin faltar el respeto a nadie
por su opinión, ya sea igual o diferente a la suya.
Para evitar ser subjetiva, lo que voy
a evaluar en general de esta actividad será:
-
Primero,
que respeten las normas de convivencia
-
Que
participen activamente en el debate (mínimo una intervención por cada niño).
-
Que
el comentario que hagan sea coherente y con sentido
-
Que
lo que digan esté dentro de lo ético y lo moral
-
Que
se respeten entre los compañeros y que no critiquen ni ridiculicen a nadie
cuando haga su intervención.
Eso para la actividad en general.
EVALUACIÓN DE LA EXPRESIÓN ORAL
Para evaluar la expresión oral voy a hacerlo median competencias
que indiquen a qué nivel están cada uno de ellos.
CONCLUSIÓN
La actividad para desarrollar la
competencia oral es mucho más difícil de lo que creía. Hay que tener en cuenta
muchas cosas en cuenta.
El proceso anterior a realizar el
debate y planear las cosas para que salgan bien es un proceso más complejo de
lo que esperaba.
De todas formas, el realizar esta
actividad me ha permitido abrir los ojos y darme cuenta de la complejidad que
tiene.
En conclusión, esta actividad ha sido
bastante positiva para mí, puesto que me ha llevado a crecer un poco más como
docente.
BIBLIOGRAFÍA/ WEBGRAFÍA
La estrategia que has utilizado no es un debate, sino un diálogo. Es cierto que en los diálogos pueden debatirse puntos y que en el debate se dialoga, porque hay intercambio comunicativo… Pero un debate se basa, precisamente, en oponer ideas y, en el diálogo, no es necesario.
ResponderEliminarExisten dos tipos de debates: los de portavoces (que no son de gran grupo, porque solo hablan unos pocos y otros se limitan a escuchar sin poder participar) y los que parten de posturas contrapuestas (normalmente dos) y los defensores de cada postura aportan argumentos que se comentan, se discuten, etc…
Por ejemplo: ¿La honestidad siempre es el mejor camino? Sí o no.
Tus preguntas no contraponen ideas sino que revierten conjuntamente en una reflexión sobre la honestidad.
Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. De esta forma, no hay solo emisores individuales y sucesivos sino verdadero diálogo social. Déjalo claro en tu actividad porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.
El niño que no respeta, puede ser el moderador en UN debate o diálogo del curso, pero no en todos (piensa que deberías realizar al menos una actividad de este tipo al mes para desarrollar la competencia oral en grupo). No sería justo que no pueda participar nunca en los intercambios de gran grupo (aunque exponga su resumen, es una actividad de expresión oral individual) y que tenga siempre la tarea extra de escribir y sintetizar lo que va diciendo el resto. Básicamente no solucionas el problema, solo lo enmascaras. Por otra parte, en la explicación de la actividad se pide de forma específica que todos los niños participen en igualdad de condiciones.
En la rúbrica, hay aspectos revisables. Si no les has pedido que se informen sobre el tema, no puedes valorar si lo dominan. Por otra parte, es un diálogo sobre opiniones personales. Esa rúbrica no es de un diálogo sino de una exposición individual y debes quitar lo que sobre.
Debes incluir también una tabla de autoevaluación para los niños, con los mismos items que tú vas a evaluar pero presentados de forma sencilla y con una descripción de niveles de consecución tipo: nunca-a veces-siempre o mas-regular-bien-muy bien. Cada vez se le da más importancia a hacer partícipes a los niños de sus aciertos y errores, de que tomen las riendas de su propio desarrollo de competencias. Para ello es importante que se autoevalúen y se pongan retos de aspectos a mejorar y potencien sus puntos fuertes.
Incluye, además, una breve retroalimentación (oral y pública) para cada niño. Un punto débil para mejorar (solo uno cada vez) y un punto fuerte para reforzar y felicitar (uno solo también). De esta forma, ninguno se siente mal. Aunque los niños se autoevalúen, necesitan saber qué hacen bien y qué deben mejorar desde una perspectiva externa.
Y, para ser del todo justa, pregunta también a los niños sobre la organización y desarrollo de la actividad para que te ayuden a autoevaluarte.
Ojo con la ortografía. Se te ha escapado un "grabes" que no es del verbo grabar sino el adjetivo "graves".